Iniciativa legislativa para que los españoles puedan elegir el sexo del bebé – ABC.es.
¿Elegiría el sexo de su bebé si pudiera? Las actuales técnicas de reproducción asistida ya lo permiten y es legal en países como Estados Unidos y Bélgica, pero aún no lo es en España. En los últimos diez años ha habido varios intentos para cambiar la legislación española, sin éxito. El último llega ahora a través del Instituto de Reproducción Cefer, un centro para el tratamiento de la infertilidad de Barcelona, quepresentará la próxima semana una iniciativa legislativa popular para autorizar la libre selección del sexo de bebé.
La iniciativa cuenta con el apoyo de Anacer, la Asociación Nacional de Clínicas de Reproducción Asistida.
La ley de reproducción humana asistida, aprobada en 2006, prohíbe expresamente esta posibilidad y considera una infracción muy grave la selección del sexo con fines no terapéuticos. Es decir,solo se permite cuando se puede prevenir el padecimiento de una enfermedad ligada al sexo. Esto ocurre en el caso del daltonismo, la distrofia muscular o la hemofilia, una enfermedad que transmiten las mujeres y la padecen los hombres. Por ejemplo, en una familia con antecedentes de hemofilia o distrofia muscular se permitiría, siempre con autorización, un tratamiento para elegir el sexo y evitar el nacimiento de un niño con una enfermedad grave. Pero no por el simple deseo de los padres.
¿Cómo se puede elegir?
La fórmula más fiable para elegir el sexo del futuro hijo es el diagnóstico genético preimplantacional, una técnica utilizada para buscar anomalías genéticas en el embrión que también permite saber si es niño o niña al estudiar el ADN. La desventaja de esta vía es que es costosa, agresiva -hay que hacer una biopsia al embrión- y obliga a la pareja a pasar por un tratamiento de fecundación «in vitro». Sin embargo, sería muy útil en las parejas con problemas de fertilidad que ya están obligadas a pasar por este proceso.
Para el resto existe otra opción más sencilla, aunque con peores resultados. Se trata de la separación de espermatozoides, como propuso hace siete años el Observatorio de Bioética de la Universidad de Barcelona. Esta vía, inocua y más sencilla que el diagnóstico genético de embriones, permite separar los espermatozoides con carga genética masculina de los femeninos.
Tintar los espermatozoides
Ayudándose de un tinte químico inocuo y fluorescente, los científicos colorean el semen y lo exponen a una luz ultravioleta. La técnica se basa en el hecho de que la única diferencia entre un esperma que es más probable que engendre un niño (con mayoría de cromosomas Y, masculinos) y otro que lleva más cromosomas X (femeninos) es que el primero tiene menos porcentaje de material genético. Así, cuanto más brillante es el destello, más ADN contiene el semen del padre, con lo que es más fácil separar las muestras de cada sexo.
Después de esa selección, se puede inseminar a la mujer con los espermatozoides elegidos, sin necesidad de someterla a tratamientos complejos de fertilidad. Esta técnica ya se utiliza en Bélgica y Estados Unidos, hacia donde peregrinan numerosas parejas. Cuando se planteó la última reforma de la ley, ERC planteó en el Congreso que se permitiera elegir el sexo de sus hijos a las parejas con más de dos hijos varones o niñas. La petición fue rechazada por considerarse que se ponía «la ciencia al servicio del capricho».